Consejos para conducir con lluvia
La lluvia es el efecto climatológico adverso que más incidencia tiene en nuestra vida al volante y, por tanto, el que más accidentes provoca. Especialmente en la época del año en la que nos estamos adentrando. Generalmente, el otoño y el invierno se ve salpicado por semanas de esas donde no vemos más que negros nubarrones y agua cayendo del cielo. Todos sabemos que eso afecta a las carreteras pero, ¿sabemos cómo actuar ante ello? Piso deslizante, menos visibilidad… te vamos a dar una serie de consejos para que tu conducción bajo el líquido elemento sea igualmente segura.
Velocidad y distancia de seguridad
Parece tan evidente que no habría ni que decirlo, pero hay conductores que aún así no lo llevan a cabo. Hablamos de la lógica reducción de velocidad que debería haber cuando nos ponemos al volante cuando el piso está mojado. El agarre es menor, y la visibilidad peor. Esto provoca que sea casi obligatorio circular más despacio para evitar accidentes. Ten en cuenta también que has de aumentar la distancia de seguridad habitual con el vehículo que te precede. Solo así podremos evitar algo más que un susto en cuanto haya cualquier imprevisto.
Suavidad
Normalmente hay que ser suave conduciendo. Las brusquedades no son buenas compañeras de viaje cuando nos ponemos al volante. Todo esto ha de llevarse al extremo cuando llueve, ya que la menor adherencia del asfalto puede provocar que cualquier movimiento más agresivo de lo debido derive en una pérdida de control. Y esto es aplicable tanto a la dirección como al freno o al acelerador.
Iluminación
Las condiciones de visibilidad se reducen drásticamente con la lluvia, con lo que se convierte en vital que la iluminación de nuestro coche esté en perfecto estado. Más que para ver tú, que también, las luces ayudarán a que otros conductores nos detecten con mayor facilidad, evitando disgustos. Si llueve contundentemente, debemos hacer uso de las luces antiniebla, de mucha mayor intensidad. Solamente estas posibilitarán que otros usuarios de la vía nos vean con relativa claridad a través del ‘spray’ de agua que levantamos con nuestro coche.
Evita la pintura
Todas las líneas que ves pintadas en la carretera ofrecen menos agarre que el asfalto, especialmente en condiciones de lluvia. El agua situada encima de éstas supone un cóctel explosivo que puede derivar en una súbita pérdida de control. Debes evitar pisarlas en la medida de lo posible para evitar disgustos, especialmente si lo que conduces es una motocicleta.
Ojo con el ‘aquaplaning’
Más de una vez habrás oído hablar del ‘aquaplaning’. Se trata de un fenómeno que se da cuando nuestros neumáticos con incapaces de evacuar todo el agua presente en la calzada, creándose una capa de ella entre el propio neumático y la carretera. Esto provoca una pérdida de control al volante instantánea. ¿Cómo evitarlo? No existe una regla o un método. Simplemente, cuando veas un charco, aminora la velocidad. Mientras más despacio vayas, menos posibilidades habrá de que se produzca el temido ‘aquaplaning’. Y si ya es inevitable, lo único que NO debes hacer es frenar. Levanta el pie del acelerador, sujeta el volante con firmeza y prepárate para cuando el coche se vuelva a ‘pegar’ al asfalto.